Todo un año...

En enero... te agregué...

En febrero... empezamos a hablar...

En marzo... decidimos que teníamos que conocernos...

En abril... nos conocimos...

y desde entonces... feliz... siendo Tuya...

Feliz 2013... conmigo ;) :P

A Tu lado... entre Tus piernas... a Tus pies...

-a- de A


 

Si por mí fuera ...

Si por mí fuera, me hubiera quitado las pinzas al minuto de ponerlas, pero no dependía de mí, sino de Tí, de Tu deseo.

Tu mirada. Sin Tu mirada, no hubiera aguantado las pinzas, más de un minuto.

Duelen. Duelen las muy puñeteras. Muerden rabiosas mis pechos, mis pezones y yo no puedo evitar soplar y resoplar.

Quisiera decirte que, ¡ya basta!, ¡es suficiente!, pero veo Tu mirada, Tu sonrisa... y enmudezco.

Quizás pueda un poco más. Tengo que poder un poco más. Quiero aguantar un poco más. 

Por Tu mirada. Por Tu sonrisa. Por... Tí.

Hace horas que las pinzas no muerden mis pechos, ni mis pezones.

Hace horas que duermes.

Con cuidado de no despertarte, me "escapo" de entre Tus brazos y...

¿Sabes?... me estoy mirando desnuda en el espejo. Paso el dedo por las marcas que, aunque empiezan a desvanecerse, aún están ahí.

Mis marcas. Tus marcas. ¿Mi placer?. Sí. Mi placer porque ha sido Tu placer.

 

Si por mí fuera, no hubiera aguantado ni un minuto, no estaría dolorida, no estaría marcada.

Y tampoco estaría con el coño mojado, recordando, Tu mirada, Tu sonrisa, Tu placer.

Sonrío. Creí que aguantaría menos. La próxima vez aguantaré más. 

Más tiempo. Más pinzas. Si es Tu deseo.


 

 

 

 

Cerraré la puerta al salir

Cerraré la puerta al salir y dejaré tras de mí los días pasados en el redil.

Con la cabeza alta. Sonriendo. Pisando fuerte.

¿Por qué han de ser tristes las despedidas... cuando has servido, gozado, disfrutado, entregado, dado, recibido?.

Mi cuerpo tiembla por el uso. Mi alma tiembla por lo sentido.

No puedo ni quiero estar triste.

Cerraré la puerta al salir y dejaré dentro del redil la huella de mi paso.

La huella de mi Amo la llevo conmigo, impregnando cada poro de mi piel.

Al salir por la puerta... sonreiré. A partir de ese momento, quedará un día menos para un nuevo encuentro.

Cuando lo desees, cuando me reclames, cuando quieras... volveré al redil para de nuevo estar...

A Tu lado, entre Tus piernas, a Tus pies

Antes de partir... desde el pc de A

 

Y si soy Tuya...

Tu potestad es... hacer conmigo... lo que quieras... cuando quieras... como quieras... donde quieras... las veces que quieras...

A Tu lado... entre Tus piernas... a Tus pies... por y para... Tu placer...

 

No pretendo...

Solo quiero ser... la caricia que  se entrega... sin razón y sin palabras.

El poder de Tu Voz

No estaba siendo la mejor manera de empezar el mes de agosto.

Aún no te habías ido de vacaciones y ya te extrañaba.

Entre las cosas que aborrezco es dar la imagen de una persona triste, quejica, débil, dependiente... porque no lo soy.

Sé que me percibías "ausente", encerrada en mí... (eso sí que lo hago, ejem).

Y de repente, el teléfono suena... y todo cambia.

En menos de una fracción de segundo, estoy segura de que mi mirada se iluminó, mi sonrisa se ensanchó y mi alma se llenó de Tí.

Ni te imaginas el poder que Tu Voz tiene sobre mí.

De un plumazo, todo malestar desaparece. No hay nada que contar, (aunque cuente/s). Nada que decir, (aunque diga/s). Todo está bien.

El chip, me cambia de tal forma que, a pesar de que sigue agosto, de que la comunicación no es tan fluida como cuando no estás de vacaciones, de todo lo que me pasa durante este mes, del calor, de las dificultades... a pesar de todo... Estás, estoy, Eres, soy.

El poder de Tu Voz me coloca en mi sitio, en ese sitio que Tú has elegido para mí...

A Tu lado... entre Tus piernas... a Tus pies... y...

TUYA


 

 

 

 

 

Juegos -léxicos- II

r aptada
  e ncadenada
    a tada


               d omada
                 e nvilecida
                   l acerada


                               V ejada
                                   E scocida
                                        R ajada
                                           D evorada
                                                U sada
                                                    G olpeada
                                                        O frecida

 

 

 

 

                                       

Y tu mirada se llenó de mí

Sentada ante Tí escucho tus condiciones. No tengo nada que añadir. Me parece bien.

Yo no tengo condiciones. Ni límites. Para mí, es sencillo... confío o no confío. Y si confío, nada más hay que decir, porque si hay que hacerlo irá surgiendo solo.

Tan solo... una cosa. Pregunto. Respondes. Te cuento. Me escuchas. Preguntas. Respondo.

Bien. Hora de cenar. Entre el comedor y la cocina, en un segundo, te miro, me miras.

Y Tu mirada se llenó de mí.

No sé como explicarlo. Un segundo. Un destello. Un reflejo. ¿Lo imaginé?

No. No puedo haberlo imaginado. Lo que se siente no se imagina.

Momento intenso, sentido, que me hace apartar la mirada.

Los nervios desaparecen como por arte de magia. Todo está bien. Es como tiene que ser. 

Aún... no me has tocado, no me has besado, no me has usado y sin embargo, pareciera que me tienes desde hace mucho.

No me atrevo a imaginar... a decir... soy racional... y es pronto. El momento aún no ha llegado pero aunque callo sé que ya estoy en mi sitio.

Sí, todo empezó, realmente, cuando... Tu mirada se llenó de mí.

Y desde entonces estoy... como Tú dices... a Tu lado, entre Tus piernas, a Tus pies...

 

Sin Tí pero Contigo

Contigo pero sin Tí.

Me pregunto, ¿qué me haces?, ¿por qué te siento tanto?.

A kilómetros de distancia, sin Tí, pero Contigo...

Vienes conmigo en el imperativo enviado, en  la pinza del bolso... y debajo de mi piel.

Sin Tí pero Contigo, porque en todo momento, me haces notar tu presencia.

Tu compromiso, el mío, la distancia, sin Tí pero Contigo y Contigo pero sin Tí.

Te extraño, sí, te echo de menos de una forma plácida, serena, equilibrada.

No estás, pero estás en todo momento, sin Tí pero Contigo.

¿Me notas?, ¿me sientes?, ¿cómo estás Tú?... conmigo pero sin mí, sin mí pero conmigo.

¿Cómo sabes lo que necesito?...

Leo y releo... "...estoy... estás... eres".

Sonrío, sé que Tú también sonríes. 

Respondo.

"Sí, Amo... estás... soy... Tuya".


 

 

 

 

 

Juegos -léxicos- I

-a- trapada.
     -a- presada.
          -a- tenazada...


 espanto, pálpito, sacudida, en todo caso ... -a-

Me equivocaba

Me equivocaba al decir que Tú y yo no teníamos que habernos conocido.

Releo casi por imperativo nuestras primeras conversaciones, esas que Tú guardas entre las que te parecen importantes por contenido.

Sí, es cierto que, en cierta forma, nos conocimos de forma atípica, pero ahí acaba lo raro.

Te conocía mucho antes de que lo hiciéramos. Quizás Tú también me conocieras antes de imaginarme siquiera.

Desde el primer día la conexión fué inmediata, las conversaciones fluidas, los temas... íntimos, personales, de los que salen de las entrañas.

En ocasiones, después de esas conversaciones, yo rebuscaba en mis escritos y te enviaba algo.

Algo escrito mucho tiempo atrás: seis meses, un año... a veces, más antiguo todavía.

¿Te soñaba?, ¿te esperaba?, ¿te buscaba?...

No sé, pero todo sucede por alguna razón, aunque en el momento en que esté sucediendo no sepamos qué... o por qué.

Posiblemente, no teníamos que habernos conocido, pero lo hicimos.

Y un día, me ví convertida en -a-... y me excitó, me gustó de esa forma íntima, que pocas veces se puede describir.

Y me quisiste a Tu lado, entre Tus piernas, a Tus pies... y yo me coloqué en el sitio al que pertenezco... a Tu lado, entre Tus piernas, a Tus pies...

 

 

 

 

Abierto al amanecer

Robándole horas al sueño, al descanso, se ultiman los detalles para la apertura de este blog, regalo de mi Dueño antes del inicio de Sus vacaciones.

Un blog que me acompañará en Su ausencia, evitando que me encierre en mí, para seguir encerrada en Su celda, en Su redil, a Su disposición.

Podría hacer una exposición elaborada del por qué de imperdibles, pero, como a buen entendedor con pocas palabras basta, tendrá que servir la definición del RAE:

Imperdible:

1. adj. Que no puede perderse

2. m. Alfiler que se abrocha quedando su punta dentro de un gancho para que no pueda abrirse fácilmente.

No es un blog más, sólo mío, ni por y para mí.

Es el blog de A.

Es el blog de -a-.

Es el blog de -a- de A.

Es el blog en el que ocupo mi sitio, a Su lado, entre Sus piernas, a Sus pies.