Reconócelo, Amo... si no pasa nada... esa primera orden... nunca la diste.
No... no levantes la ceja... que nos conocemos... y sé que lo estás haciendo.
Y tampoco cruces los brazos sobre el pecho... al tiempo que apoyas la espalda en el respaldo de la silla... mientras contemplas la pantalla del ordenador... pensando por dónde va a salir Tu perra.
Que no... que no... que no diste esa primera orden... porque no eras mi Amo... y por tanto... no podías darla.
Que nooooo... ¿cómo iba a acceder yo... arcilla... a obedecer una orden... de quién no era su Amo????.
Que sí... que sí... que la frase suena a... sobrada... pero... ya sabes que Tu perra... (a veces)... es muy sobrada... (¡y te gusta!!!!!... sé que te gusta porque ahora mismo estás sonriendo).
¿Cómo?... ¿que no te acuerdas?... ¿que no sabes de que hablo???.
Ainssssss... tendremos que retroceder un poco de tiempo... al viernes 2 de marzo del 2012... justo dos días antes de mi cumpleaños.
Apenas llevábamos un mes hablando... pero aparentemente... había bastante conexión entre nosotros... y a veces... hasta había una sutil (o no tan sutil, jijijijiji) provocación... por ambas partes.
Ese día... el "chivato" del antiguo messenguer te dijo que... dos días más tarde sería mi cumple... y como te ibas el finde fuera... entraste a dejarme un mensaje de felicitación... pero te "pillé" en ese momento... y me felicitaste directamente... al tiempo que me hacías una... ¿proposición?... ¿sugerencia?... llámalo x.
La cuestión era sencilla... en algún momento del domingo... mientras tomara un sorbo de lo que fuera... sonreír y compartir la cata... telepáticamente.
Recuerdo que me reí... y también que... aunque no dijera nada... no pensaba hacerlo.
Pero al llegar el momento... tal y como te comenté ese lunes cuando hablamos... lo hice.
Lo que no te dije fue que... al hacerlo... una extraña emoción me embargó... al tiempo que... mojaba las bragas.
La primera orden... nunca la diste... la encubriste de proposición... sugerencia... deseo... y me excitó el complacerte.
A partir de ahí... los tiempos se aceleraron... y en apenas un mes más... nos conocíamos... nos reconocíamos como Amo y sumisa... y nos entregamos el Uno a la otra (y viceversa)... hasta el día de hoy.
Y desde entonces... soy feliz... a Tu lado... entre Tus piernas... a Tus pies... siendo Tuya.
P.D. ... Después del principio de ésta entrada... igual me cae la del pulpo peeeero... apelo a Tu generosidad... a Tu benevolencia... y a Tu buen humor... para que reconsideres la idea que se te está cruzando por la cabeza... (¿cuántas pinzas dices????... glupssss glupssss glupssssss... esto... Amo... Amooooo... Amooooooooo... por faaaaaaaaaaaaa... Amoooooooooooooooooooo).