Rememoro el momento... aún A-turdid-a-... por el desenlace... y todavía me pregunto como pasó.
En cualquier otro momento... el gesto... hubiera sido descarado... provocador... buscando una respuesta explícita e implícita... la hubiera o no.
Pero no en esta ocasión...
En esta ocasión... el gesto sólo era eso... un gesto de... ofrecimiento... sumisión... entrega... sin ir más allá... de ese mismo instante.
Tumbada en el sofá... con la cabeza sobre Tus piernas... veíamos sin ver... la tele... mientras llegaba la hora de comer.
¡Vamos!.- dijiste...
Mi forma de desperezarme fue... poniéndome a cuatro patas... un segundo... un instante apenas.
Lo siguiente que recuerdo... es seguir a cuatro patas en ese mismo sofá... con el culo abierto por y para Tí... y al detenerte en su uso... y separarte ligeramente... volver la cabeza... y verte...
De pie... con la verga desafiante...
Más allá de Tu miembro... todo en Tí rezumaba... Poder... A-utoridad... Dignidad... Gloria... Esplendor...
Una imagen brutal... impactante... más allá del acto físico en sí...
Un gesto más... para hacer que dejara de mirarte... y siguiera a cuatro patas... para seguir haciendo uso... y abuso... de mí... de Tu sumisa... Tu perra... cuando... cómo... y dónde Te parece.
Piernas temblorosas... mientras sirvo la comida... después del uso... aún A-turdid-a-.
Mirando mi plato... no puedo sino musitar... "no pretendía..."... "no esperaba..."... "¿qué ha pasado?..."...
Sólo sé que... sin querer... sin buscarlo... el sentimiento que quedó... no fue físico... sino de renovación de compromiso... de seguir estando...
A Tu lado... entre Tus piernas... a Tus pies... Tuya...
-a- de A
